Estoy en Argentina y tengo varias novedades para contar. En cuanto termine de deshacer las valijas (y de ordenar mis ideas) me actualizo.
Por lo pronto, les cuento que perdí mi viejo teléfono celular y, con él, todos los números que tenía agendados. Los que anden por acá y tengan ganas de contactarse, pueden hacerlo al 15 54 74 04 99.
MUY BUEN 2009 para todos los que pasan y pasaron, y para los que pasaron, pasan y seguirán. En un ataque de generosidad y altruismo, alzo la copa todavía un poco más y extiendo los buenos deseos a todos los que estén por pasar aún sabiendo que, en algún momento, pueden decidir cambiar de rumbo y dejar de hacerlo. C'est la vie...(el pasaje del que hablo, se entiende, no hace referencia específica al Blog...).
HAPPY NEW YEAR EVERYBODY !!!
miércoles, 31 de diciembre de 2008
domingo, 21 de diciembre de 2008
viernes, 12 de diciembre de 2008
jueves, 11 de diciembre de 2008
SE APROVECHAN DE MI NOBLEZA
Mi empresa tiene una sede central y dos sucursales en el barrio de Montmartre, y un depósito de prensa en las afueras de la ciudad.
Hace diez días, durante una reunión de servicio, nos informaron que la gente del depósito estaba sobrecargada de trabajo y que, por ese motivo, los integrantes de la gran familia de Viapresse (Viapresse es el nombre de la empresa) nos íbamos a tener que turnar para ir a colaborar. Poco después, el jefe de mi departamento me hizo saber que los “seniors” habían constatado que yo era la única persona de confianza capaz de llevar adelante esa misión y que, por eso, habían decidido eliminar completamente el sistema de turnos y transferirme a mí como única representante de París en Sèvres (el depósito queda en la ciudad de Sèvres).
De manera clara y concisa, procedo a explicarles que me tomaron para el churrete. A ver, el trabajo del depósito consiste en cargar y descargar los diarios y revistas que llegan constantemente desde las editoriales, y en ordenarlos en las cajas que están distribuidas a lo largo y a lo ancho de los tres pisos que ocupa el lugar. El lugar, un galpón inmenso sin ningún tipo de calefacción (hoy tuvimos cinco grados bajo cero) está ubicado en una zona industrial en donde no hay negocios ni restaurantes en donde ir a almorzar al mediodía. Para completar el combo, la jornada laboral arranca a las ocho de la mañana (yo estaba acostumbrada a empezar mi horario de trabajo a las nueve y, como vivo enfrente de la empresa, solía salir de mi hogar a las nueve menos dos minutos).
Para llegar hasta Sèvres, puedo elegir entre hacer uso del transporte público (fue lo que hice el primer día pero -como tengo que hacer dos cambios de subte, tomar un colectivo y realizar una pequeña caminata- tardé una hora y media en completar el recorrido), o viajar durante veinticinco minutos en moto (una de las personas del depósito vive cerca de mi casa y se ofreció para llevarme). A pesar del miedo que me producía la idea de atravesar la ciudad en moto, terminé optando por este medio.
Así es como, desde hace aproximadamente diez días, tuve que abandonar el confort de mi oficina parisina y empecé a trabajar en un galpón.
De a poco, me fui enterando de los entretelones de la historia: como nadie quería hacer ese trabajo, los responsables de cada servicio se quejaron y pidieron que, en lugar de mandar a la gente de París, contrataran a alguna persona de afuera durante el período de las Fiestas (Diciembre es el mes en el que se hace la mayor cantidad de ventas). Por alguna razón que todavía no termino de entender, en lugar de contratar personal del exterior, decidieron mandarme a mí.
Algo para rescatar: el trayecto en moto, que tanto me atemorizaba, terminó fascinándome y, si bien a causa del viento y del frío, cada vez que llego a destino estoy completamente paralizada (parezco Clarita -la de Heidi- en periodo de rehabilitación), el viaje constituye uno de los momentos preferidos de cada jornada.
Aunque no me guste la idea, no estoy en posición de hacer reclamos ni de tratar de hacer valer ningún tipo de derecho*. Por ese motivo, tuve que aceptar la situación sin decir nada.
*Para los que no están muy en tema, como el Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional rechazó el pedido de renovación de mi último permiso de trabajo, estoy a la espera de una respuesta al recurso jerárquico que mandamos pidiendo una revisión del caso.
Hace diez días, durante una reunión de servicio, nos informaron que la gente del depósito estaba sobrecargada de trabajo y que, por ese motivo, los integrantes de la gran familia de Viapresse (Viapresse es el nombre de la empresa) nos íbamos a tener que turnar para ir a colaborar. Poco después, el jefe de mi departamento me hizo saber que los “seniors” habían constatado que yo era la única persona de confianza capaz de llevar adelante esa misión y que, por eso, habían decidido eliminar completamente el sistema de turnos y transferirme a mí como única representante de París en Sèvres (el depósito queda en la ciudad de Sèvres).
De manera clara y concisa, procedo a explicarles que me tomaron para el churrete. A ver, el trabajo del depósito consiste en cargar y descargar los diarios y revistas que llegan constantemente desde las editoriales, y en ordenarlos en las cajas que están distribuidas a lo largo y a lo ancho de los tres pisos que ocupa el lugar. El lugar, un galpón inmenso sin ningún tipo de calefacción (hoy tuvimos cinco grados bajo cero) está ubicado en una zona industrial en donde no hay negocios ni restaurantes en donde ir a almorzar al mediodía. Para completar el combo, la jornada laboral arranca a las ocho de la mañana (yo estaba acostumbrada a empezar mi horario de trabajo a las nueve y, como vivo enfrente de la empresa, solía salir de mi hogar a las nueve menos dos minutos).
Para llegar hasta Sèvres, puedo elegir entre hacer uso del transporte público (fue lo que hice el primer día pero -como tengo que hacer dos cambios de subte, tomar un colectivo y realizar una pequeña caminata- tardé una hora y media en completar el recorrido), o viajar durante veinticinco minutos en moto (una de las personas del depósito vive cerca de mi casa y se ofreció para llevarme). A pesar del miedo que me producía la idea de atravesar la ciudad en moto, terminé optando por este medio.
Así es como, desde hace aproximadamente diez días, tuve que abandonar el confort de mi oficina parisina y empecé a trabajar en un galpón.
De a poco, me fui enterando de los entretelones de la historia: como nadie quería hacer ese trabajo, los responsables de cada servicio se quejaron y pidieron que, en lugar de mandar a la gente de París, contrataran a alguna persona de afuera durante el período de las Fiestas (Diciembre es el mes en el que se hace la mayor cantidad de ventas). Por alguna razón que todavía no termino de entender, en lugar de contratar personal del exterior, decidieron mandarme a mí.
Algo para rescatar: el trayecto en moto, que tanto me atemorizaba, terminó fascinándome y, si bien a causa del viento y del frío, cada vez que llego a destino estoy completamente paralizada (parezco Clarita -la de Heidi- en periodo de rehabilitación), el viaje constituye uno de los momentos preferidos de cada jornada.
Aunque no me guste la idea, no estoy en posición de hacer reclamos ni de tratar de hacer valer ningún tipo de derecho*. Por ese motivo, tuve que aceptar la situación sin decir nada.
*Para los que no están muy en tema, como el Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional rechazó el pedido de renovación de mi último permiso de trabajo, estoy a la espera de una respuesta al recurso jerárquico que mandamos pidiendo una revisión del caso.
domingo, 7 de diciembre de 2008
viernes, 5 de diciembre de 2008
SUBETE A MI MOTO
Hoy viajé en moto por primera vez. Atravesé París y me encantó. Después les cuento bien por qué (por qué tuve que viajar en moto, y por qué -a pesar de mi temor a tener que hacerlo- me gustó tanto.
MUSEE DE MONTMARTRE
Este museo fue creado hace más de un siglo y está íntegramente consagrado a la historia del barrio de Montmartre.
jueves, 4 de diciembre de 2008
COMO PATO CRIOLLO
¿Alguno sabe cuál es el origen de la expresión argentina ‘pagar el pato’? “A la final todos terminamos pagando el pato” ¿Hay algún mito o leyenda que explique la participación colectiva (e involuntaria) en el pago de una culpa que uno no ha cometido?
ACTUALIZACIÓN. PARTE II
A ver. Yo tenía planificado tomarme tres semanas de vacaciones para poder pasar Navidad y Año Nuevo en Argentina. Mi boleto para viajar rumbo a Buenos Aires estaba inicialmente programado para el 22 de diciembre. Con todo el problema de mi VISA, de mi permiso de trabajo denegado, y de mi permiso de estadía suspendido, tuve que hacer un leve cambio de planes. Mi próxima cita en la Prefectura de Policía está prevista para el 26 de Diciembre y, la respuesta al recurso judicial que mi empresa redactó y mandó al Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional pidiendo una revisión al rechazo que recibieron para poder contratarme como personal efectivo, recién va a estar disponible a fines de enero. Consecuencia: mi viaje a Argentina fue desplazado del 22 al 29 de Diciembre (en lugar de tomarme tres semanas de vacaciones me tengo que tomar quince días…). Mi vuelta a París está inicialmente prevista para el 13 de enero. Recién cuando reciba la respuesta del Ministerio (a fines del mes de enero) voy a poder reorganizar mi vida y planificar la próxima estrategia en consecuencia...
miércoles, 3 de diciembre de 2008
lunes, 1 de diciembre de 2008
A DIOS ROGANDO Y CON EL MIMBRE DANDO
domingo, 30 de noviembre de 2008
COME ON, ENGLAND!
El viernes y sábado pasado hice un viaje relámpago a Inglaterra. Aunque el tiempo fue poco pude recorrer algo de Londres, Windlesham, Sunningdale y Bracknell. Me encontré con amigos, probé el nuevo Dark Cherry Mocha en Starbucks (BTW, es riquísimo ! y en Francia todavía no lo venden…), compré libros y DVD’s en el HMV de Picadilly (mis idas a Londres siempre incluyen un pasaje obligado por ese lugar…), hice algunas otras compras en Tesco y en Waitrose y di un par de vueltas por Covent Garden, China Town, Leicester Square y Candem Town. Después, junté mis bártulos y enfilé para la estación de St Pancras, lista para volver a París.
Si todo sale bien, mi próxima visita a Inglaterra debería tener lugar a mediados de diciembre.
Aunque, por razones lingüísticas, no puedan leer los artículos del blog, sé que algunas veces pasan a mirar las fotos. Me gustaría agradecer, entonces, a las personas que siempre transforman mis estadías en Inglaterra en gratos momentos de encuentro, charlas compartidas, chistes, risas, anécdotas y salidas.
A BIG THANKS TO: Mark, Rachel (and Jacob!), John, Sandra, Alan and Peter.
Si todo sale bien, mi próxima visita a Inglaterra debería tener lugar a mediados de diciembre.
Aunque, por razones lingüísticas, no puedan leer los artículos del blog, sé que algunas veces pasan a mirar las fotos. Me gustaría agradecer, entonces, a las personas que siempre transforman mis estadías en Inglaterra en gratos momentos de encuentro, charlas compartidas, chistes, risas, anécdotas y salidas.
A BIG THANKS TO: Mark, Rachel (and Jacob!), John, Sandra, Alan and Peter.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
martes, 25 de noviembre de 2008
COSAS QUE EXTRAÑO
El olor a cartulina, la Voligoma , las figuritas de Snoopy y de Sarah Kay, los plegaditos que nos hacían hacer en el colegio, con hojas de papel glacé, y los sobrecitos de brillantina.
ALICIA EN EL PAIS DEL NOMEACUERDO
lunes, 24 de noviembre de 2008
AMOR A LA MEXICANA
Ayer, mientras preparaba la cena para un grupo de amigos que había invitado, me acordé de una anécdota cocinera de la época en que trabajaba como ‘Fille au pair’. Por aquel entonces, yo era una especie de señorita Rotten Mayer y me ocupaba de cuidar e instruir a dos francesitos de cinco y siete años. Básicamente, los iba a buscar a la salida del colegio, los llevaba y traía de vuelta de sus múltiples actividades extraescolares (clases de piano, teatro, dibujo, danza clásica, equitación e inglés), los ayudaba a hacer los deberes, les enseñaba español (como la madre quería que los chicos aprendieran el idioma, todo el personal que trabajaba en la casa tenía que ser de origen ‘latino’) y prestaba atención a que, cuando llegara la señora, los chicos estuvieran con el pijama puesto y el tenedor en la mano, listos para sentarse a cenar con ella e irse a la cama (acá, por lo general, los chicos se van a dormir entre las 19.30h y las 21.30h).
En fin, toda esta explicación preliminar para decir que, en tiempo normal, a mí no me tocaba cocinar.
Sin embargo, una de las cláusulas de mi contrato especificaba la obligación de cumplir con dos ‘baby sitting’ por mes. Esto implicaba que, durante esos dos días, además de cumplir con el horario normal de trabajo tenía que quedarme hasta más tarde, cocinar, comer con los chicos, hacerlos jugar un rato, acostarlos a dormir y esperar a que la madre volviera de su salida mensual.
Por lo general, durante la hora de la cena, mi tarea consistía en sacar algo del freezer, descongelarlo en el microondas y servirlo en los platos pero, ese día (o, para ser más específicos, esa noche) la madre me había dejado encargada la preparación de huevos fritos.
Convengamos en que no era un menú demasiado sofisticado pero, honestamente, el arte culinario nunca fue lo mío. En fin, agarré la sartén y el aceite e hice mi mejor esfuerzo. Puse un poco de aceite en la sartén, prendí el fuego, rompí cuidadosamente los huevos y ubiqué todo sobre la placa. Como no podía ser de otra manera, me distraje dos segundos y los huevos se terminaron quemando y pegando en la base. Agarré una espátula, los despegué como pude, los acomodé alrededor de unas fetas de jamón que había arrollado, puse la mesa y los llamé.
Cuando empezaron a mirar el plato con desconfianza, y a revolver los restos de huevo desparramados, les dije que eran huevos fritos preparados a la ‘argentina’, y que los tenían que comer hasta el final porque eran un plato típico de mi país que yo había preparado especialmente para ellos.
Raphaël, el hermano más grande, miró el plato otra vez, pensó un poco y, mientras seguía revolviendo los restos de huevo con el tenedor, me miró y me dijo:
Raphaël: Sí bueno, está bien, lo vamos a comer pero…qué raro, ¿no?
Yo: ¿Qué es lo que te parece raro?
Raphaël: No nada…
Yo: Dale, decime.
Raphaël: No, nada…es que…el año pasado…
Yo: ¿Qué es lo que pasó el año pasado?
Raphaël: No, nada…
Yo: Decime…
Raphaël: Es que…el año pasado…una vez…Lupi nos preparó el mismo plato y nos dijo que eran huevos fritos preparados ‘a la mexicana’, y no ‘a la argentina’… Es raro, ¿no?”.
Creo que nunca me reí tanto durante todo el tiempo que pasé con esos chicos. Lupi era la ‘Fille au pair” made in México que se había ocupado de ellos durante el año anterior a mi llegada.
En fin, toda esta explicación preliminar para decir que, en tiempo normal, a mí no me tocaba cocinar.
Sin embargo, una de las cláusulas de mi contrato especificaba la obligación de cumplir con dos ‘baby sitting’ por mes. Esto implicaba que, durante esos dos días, además de cumplir con el horario normal de trabajo tenía que quedarme hasta más tarde, cocinar, comer con los chicos, hacerlos jugar un rato, acostarlos a dormir y esperar a que la madre volviera de su salida mensual.
Por lo general, durante la hora de la cena, mi tarea consistía en sacar algo del freezer, descongelarlo en el microondas y servirlo en los platos pero, ese día (o, para ser más específicos, esa noche) la madre me había dejado encargada la preparación de huevos fritos.
Convengamos en que no era un menú demasiado sofisticado pero, honestamente, el arte culinario nunca fue lo mío. En fin, agarré la sartén y el aceite e hice mi mejor esfuerzo. Puse un poco de aceite en la sartén, prendí el fuego, rompí cuidadosamente los huevos y ubiqué todo sobre la placa. Como no podía ser de otra manera, me distraje dos segundos y los huevos se terminaron quemando y pegando en la base. Agarré una espátula, los despegué como pude, los acomodé alrededor de unas fetas de jamón que había arrollado, puse la mesa y los llamé.
Cuando empezaron a mirar el plato con desconfianza, y a revolver los restos de huevo desparramados, les dije que eran huevos fritos preparados a la ‘argentina’, y que los tenían que comer hasta el final porque eran un plato típico de mi país que yo había preparado especialmente para ellos.
Raphaël, el hermano más grande, miró el plato otra vez, pensó un poco y, mientras seguía revolviendo los restos de huevo con el tenedor, me miró y me dijo:
Raphaël: Sí bueno, está bien, lo vamos a comer pero…qué raro, ¿no?
Yo: ¿Qué es lo que te parece raro?
Raphaël: No nada…
Yo: Dale, decime.
Raphaël: No, nada…es que…el año pasado…
Yo: ¿Qué es lo que pasó el año pasado?
Raphaël: No, nada…
Yo: Decime…
Raphaël: Es que…el año pasado…una vez…Lupi nos preparó el mismo plato y nos dijo que eran huevos fritos preparados ‘a la mexicana’, y no ‘a la argentina’… Es raro, ¿no?”.
Creo que nunca me reí tanto durante todo el tiempo que pasé con esos chicos. Lupi era la ‘Fille au pair” made in México que se había ocupado de ellos durante el año anterior a mi llegada.
domingo, 23 de noviembre de 2008
viernes, 21 de noviembre de 2008
miércoles, 19 de noviembre de 2008
30 AÑOS MÁS TARDE
Después de haber encontrado la presentación de la serie El Zorro, en francés, entré en una fase nostálgica y empecé a buscar 'doblajes' de algunos otros programas. En el camino me encontré con esta parodia realizada en exclusivo por la televisión española, con motivo del trigésimo aniversario de Heidi (un clásico de mi infancia…). Si quieren reírse un rato, pueden hacer clic arriba de la palabra RETROSPECCIÓN.
martes, 18 de noviembre de 2008
REY DE CORAZONES
lunes, 17 de noviembre de 2008
viernes, 14 de noviembre de 2008
jueves, 13 de noviembre de 2008
miércoles, 12 de noviembre de 2008
PRACTICIDAD A CIELO ABIERTO
martes, 11 de noviembre de 2008
lunes, 10 de noviembre de 2008
domingo, 9 de noviembre de 2008
sábado, 8 de noviembre de 2008
EL PA(R)ÍS QUE NO MIRAMOS
Últimamente, con todo este tema del permiso de trabajo denegado, del recurso jerárquico, del cambio de pasajes y de la universidad (¿ya conté lo del cambio de pasajes y lo de la universidad?) estuve bastante desmotivada.
Aproveché la presencia de mi amiga María en París (vino desde Madrid para pasar el fin de semana en la ciudad) para salir a hacer un ‘Tour de fotos’. De a poco, las iré publicando. Espero que les gusten.
Aproveché la presencia de mi amiga María en París (vino desde Madrid para pasar el fin de semana en la ciudad) para salir a hacer un ‘Tour de fotos’. De a poco, las iré publicando. Espero que les gusten.
martes, 4 de noviembre de 2008
ZOGGO, ZOGGGO!!!
El domingo a la tarde, mientras cumplía con mi sesión semanal de ‘zapping’, caí en un canal para chicos en donde estaban pasando la serie El Zorro. Me causó gracia escuchar la canción original doblada al francés y, por primera vez, me propuse bajar un video de Dailymotion para mostrarles como suena. Probé varias veces pero no lo conseguí. No pude hacerlo pero voy a seguir probando. Por lo pronto, si están interesados en mirarlo, pueden hacer clic en la palabra ZOGGO.
domingo, 2 de noviembre de 2008
CON LA SOGA AL CUELLO
Desde que me mudé a Montmartre, vivo a media cuadra del lugar en donde trabajo. Desde que pasamos al horario ‘de invierno’, cuando salgo de la oficina ya es de noche. Desde que empezó el otoño tenemos una temperatura media de seis grados (y por lo general llueve). Pocos grados de temperatura equivalen a ninguna motivación ni fuerza de voluntad para salir a caminar después de la jornada laboral.
Como el cumplimiento de mis funciones me obliga a estar sentada frente a la computadora alrededor de nueve horas diarias, yo había pensando en inscribirme en un gimnasio o en comprarme una bicicleta fija para hacer un poco de ejercicio pero, desde que me enteré que mi estadía en Francia depende del éxito que tenga el envío del Recurso Jerárquico al Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional, nada de lo que planifico puede tener mucha visión de futuro.
Una bicicleta es cara y difícil de transportar. Los abonos a los clubes se pagan por año y por adelantado. Esta mañana fui a dar una vuelta por una de las sucursales de Decatlón y, después de observar, analizar y comparar los precios de todos los aparatos de interior que había en el lugar, me terminé comprando una cuerda para saltar. Mi actual meta consiste en dar trescientos saltos por día para revertir el estado físico en el que me encuentro. Ahora bien, sé que parece increíble pero es cierto: (FYI) en algún momento de mi vida, soñé con convertirme en una deportista de alto rendimiento.
Como el cumplimiento de mis funciones me obliga a estar sentada frente a la computadora alrededor de nueve horas diarias, yo había pensando en inscribirme en un gimnasio o en comprarme una bicicleta fija para hacer un poco de ejercicio pero, desde que me enteré que mi estadía en Francia depende del éxito que tenga el envío del Recurso Jerárquico al Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional, nada de lo que planifico puede tener mucha visión de futuro.
Una bicicleta es cara y difícil de transportar. Los abonos a los clubes se pagan por año y por adelantado. Esta mañana fui a dar una vuelta por una de las sucursales de Decatlón y, después de observar, analizar y comparar los precios de todos los aparatos de interior que había en el lugar, me terminé comprando una cuerda para saltar. Mi actual meta consiste en dar trescientos saltos por día para revertir el estado físico en el que me encuentro. Ahora bien, sé que parece increíble pero es cierto: (FYI) en algún momento de mi vida, soñé con convertirme en una deportista de alto rendimiento.
viernes, 31 de octubre de 2008
BAJO PRESUPUESTO
Halloween. La mayoría de los bares y restaurantes de la capital francesa están bien ambientados para la ocasión (guirnaldas de color naranja, murciélagos, calabazas, calaveras, brujas sobrevolando el lugar arriba de una escoba, etc, etc, etc.). A nosotros nos decoraron la oficina con arañitas de plástico y tiras de papel higiénico. Lo que cuenta es la intención……
martes, 28 de octubre de 2008
CLAMA EL VIENTO Y RUGE EL MAR
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