Ubicada cerca del Sacré Coeur, en una de las plazas de Montmartre, la estatua le rinde homenaje a uno de los relatos que publicó en el año 1943 el escritor francés Marcel Aymé. La historia cuenta las aventuras y desventuras de un modesto empleado administrativo que, al descubrir su capacidad para atravesar paredes, decide utilizar el don para realizar robos menores y escabullirse rápidamente. Como el poder desaparece de manera imprevista durante una de sus andanzas, el protagonista queda atrapado adentro de un muro.
3 comentarios:
Espectacular! super ingenioso!
Ay, no bien vi la foto pensé que era un homenaje a Discépolo! No es igualito!?!?!?
Ay, no se me habia ocurrido pensar en Discepolin...Pero tenés razon !!!!!!
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