lunes, 17 de diciembre de 2007

UN ARGENTINO EN PARIS

Carlos es argentino pero vive en Madrid. Tiene una amiga en París así que, cada vez que puede, junta sus bártulos y se hace una escapada a Francia.
Domingo. Nos levantamos tarde, desayunamos rápido y salimos a recorrer la ciudad. Hace mucho frío pero hay sol. Museo de Arte Moderno, exposición de artistas independientes en el Grand Palais, Champs Elysées, crêpes al paso, métro y marcha. Caminamos desde el Barrio Latino hasta el Sacré Coeur.
Interludio. Carlos necesita hacer un alto para ir al baño. En París hay baños públicos por todos lados; lo único que hay que hacer es buscar uno y poner un par de monedas en la ranura correspondiente para accionar el sistema.
Un argentino en París piensa y dice “Mira si yo voy a pagar para usar un baño? Busquemos un McDonalds”.
Los baños de los McDonalds parisinos o de cualquier otra sucursal de cadenas de comida rápida tienen un código de acceso. Hay que consumir. Podemos tomar un café o comer algo, en el ticket de venta va a figurar la clave para abrir la puerta del toilette. La propuesta no parece terminar de convencerlo. Opción número 2: podemos caminar un poco más y esperar hasta llegar a mi casa.
Va a esperar. Viveza criolla. Carlos piensa otra vez. Va a esperar al lado del baño público hasta que salga el que acaba de entrar, va a retener la puerta y va a hacer uso del servicio sin tener la necesidad de pagar.
Detalle: los baños públicos en París tienen un sistema de lavado automático (yo no lo sabía), se limpian solos después de cada uso. Carlos entró al baño en el momento en que alguien salía; el sistema consideró que había que limpiar.
Conclusión: Carlos se quedó atascado en la cabina durante el proceso de auto lavado. Después de mis intentos desesperados por conseguir cambio logré abrir la puerta. Inserté las tres monedas que hubiera debido usar él al principio de la historia, y lo rescaté.

5 comentarios:

Adriana Rearte dijo...

Totalmente. Mi clásico era el Burguer de Corrientes y Callao. O los baños del Teatro San Martín. El McDonalds del Paseo La Plaza es más chiquito y hay que subir las escaleras. En el Burguer hay que bajarlas pero hay como un cierto anonimato debido a la distancia que hay entre las cajas y las escaleras (en el McDonalds esa distancia no existe).
Volviendo a Paris, podés creer que el baño del McDonalds de la estación Pigalle está clausurado por razones “obvias” (respuesta de una de las empleadas)?? Yo no entiendo cuales son las razones obvias para clausurar el baño de un local solamente porque está ubicado en el barrio rojo. Poné un policía en la puerta si querés pero dejame ir al baño (o avisame antes de que compre mi menú que mi clave de acceso no va a servir para nada!).

maria dijo...

Estamos aqui, Carlos y yo, leyendo tu blog. Carlos está muy enfadado porque le has hecho quedar como un argentino.

Adriana Rearte dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Adriana Rearte dijo...

Carlos ES argentino. Lo que les paso a vos y a Lautaro todavia no lo conté...Give m time, give me time...

g. dijo...

jajajajajja genial!